Entrevista con el Presidente de APYMECO Ing. Fernando Magno

En Apymeco advirtieron una escalada de los precios en dólares de los materiales, pese a la desaceleración cambiaria.

El Índice de Costos de la Construcción de Apymeco ha reflejado un aumento del 60% en pesos, en el último año. Además de confirmar ese dato, en la Asociación PyMES de la Construcción de la Provincia de Buenos Aires advirtieron que “en los últimos dos meses se había registrado un incremento de un 16% en dólares de los materiales, en medio del estancamiento del valor cambiario”. “O sea, el mercado está en una dinámica de poco equilibrio que vamos a tener que seguir atentamente”, avisó el presidente de Apymeco, Fernando Magno.

La cámara privada, con influencia en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), describió este escenario en la última reunión de la Confederación PyMES Constructoras de la República Argentina (CPC). Allí, también planteó la necesidad de encontrar “encontrar un mecanismo de redeterminación y ajuste de precios que sea compatible con la inflación”, como lo vienen advirtiendo.

“La inflación es el problema de fondo, pero al no poder resolverla y es algo recurrente en la historia argentina, tenemos que tener un esquema que mantenga  equilibrada la ecuación económica -financiera de las obras”, expresó el titular de la entidad.

Otro tema que se evaluó en el encuentro realizado el viernes 26 de marzo en Tucumán ha sido “la accesibilidad, en igualdad de condiciones, de las pequeñas y medianas empresas en los procesos de obras públicas”. Es que, según remarcaron los representantes de Apymeco, muchas PyMES “están quedando fuera” a causa de las condiciones que se establecen en los pliegos o por requerimientos exagerados de ingreso a los registros. Ello ha llevado a que las compañías grandes “ganaran los proyectos, aunque luego terminaron concretando las obras en carácter de subcontratistas de las PyMES”.

De todos modos, Magno remarcó que en el sector “hay buenas expectativas” por la activación de las licitaciones de obras públicas importantes en sectores del AMBA, tanto en viviendas como infraestructura. Remarcó, de todos modos, que “ese inicio aún no ha dado sus frutos”, es decir, no se materializó en el arranque de los trabajos.

“Hay perspectivas, tanto por la ley de Blanqueo de Capitales como la nueva propuesta de créditos hipotecarios con tasas acordadas. Sin embargo, todo es incipiente. Es más, hay alerta por una posible paralización de actividades ante la llegada de la segunda ola de covid-19. Eso sería gravísimo, ya que el decreto anterior había significado la parálisis absoluta  de la industria”, enfatizó Magno.

“En Cash”

Gustavo Marín, representante de las firmas bonaerense y directivo de la CPC, hizo hincapié en que “todas las actividades económicas estuvieron paradas en el AMBA debido a las restricciones sanitarias. “Por eso, los fabricantes y proveedores sufren hoy las mismas consecuencias que nosotros: hemos consumido el capital de trabajo y no tenemos capacidad crediticia”, expresó.

“Estamos agotados. Iniciar una obra en este escenario es bastante complejo. Actualmente, todas las compras de materiales se concretan al contado prácticamente. No tenemos dinero en efectivo. Las compras que se hacían con un plazo de 30 o 60 días; hoy se realizan en cash (…) También hay escasez de insumos. El acero no se consigue o hay poca entrega, al igual que el cemento y el ladrillo”, finalizó el empresario.